Por Carlos J. Salinas
El fútbol ya no
es como antes. La globalización ha traído consigo innumerables beneficios, pero
ha venido con un precio, y este también se ve y se siente en el fútbol. La
gente es del mundo y para el mundo, perteneces a todo y a nada al mismo tiempo,
las modas y las tendencias marcan el devenir de los días, en el que la mayoría
de las personas están sincronizadas. Esto no necesariamente es positivo.
Cada vez son
menos los futbolistas que pasan toda una carrera en un solo equipo, más aun si
el equipo es un modesto de media tabla que lucha unos años por clasificar a
Europa y otros por no descender. Incluso son muy pocos aquellos que deciden
seguir en su equipo si éste tiene que vivir la desgracia del descenso. Así las
cosas, salvo algunas excepciones, solo quedamos los fanáticos como aquellos a
los que realmente nos importan los colores, el escudo, el arraigo y la
tradición que representa ser de un equipo. Aunque esto tiene sus matices y
vamos a tratar de entender por qué.
Las grandes potencias futbolísticas hacen enormes
esfuerzos mercadológicos por posicionarse en algún mercado específico, así
equipos como Manchester United tienen muchos seguidores en Asia, mientras que en los últimos años
el Real Madrid ha querido “tomar” el mercado norteamericano, haciendo
grandes giras de pretemporada por USA.
En gran medida es de esa manera que estos equipos consiguen ganar un gran
número de seguidores y fanáticos en muchas partes del mundo, al margen de los
logros deportivos.
Así y solo así
se explica cómo el presidente del club Josu
Urrutia defendió la decisión de su
junta directiva de no vender (mal vender) a la Juventus a Fernando Llorente cuando a éste le quedaba un
año de contrato. Si desde la directiva se explica desde el principio que para
que un jugador salga antes de que cumpla su contrato las condiciones deben ser
2: que se deposite su cláusula de rescisión y que el jugador quiera salir, como
ocurrió con Javi Martínez cuando se fue al Bayern Munich. El mensaje es claro hacia los jóvenes que se van formando
en nuestra cantera, que estos decidan hacer carrera dentro del Athletic y no lo usen como trampolín
para irse a otro equipo.
Bien lo decía Urrutia,
palabras más palabras menos, que si un jugador que ha pasado tantos años dentro
del club decide irse, llegado un punto de alto nivel en su carrera, es porque
en el camino algo no se hizo bien. El
objetivo es que cada jugador quiera hacer carrera dentro del club. Sólo así se
podrá garantizar un equipo estable y competitivo a largo plazo.
Sígueme en @salinascavero y sigue toda la información y opinión sobre el Athletic Club en @RespirasAth.
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