Viguera falla su segundo mano a mano. Foto: athletic-club.net
Mientras tanto
en el campo, el Athletic Club dominaba el encuentro a través de
la posesión del balón. El planteamiento del Txingurri pudo haber sido mejor si Beñat y Etxeita hubiesen
estado en el campo, toda vez que a Unai
López le ha querido dar mucha
responsabilidad pero se nota que le falta curtirse en la primera plantilla. A
pesar de eso, llevaron la mayor iniciativa en el ataque sobre todo a través de Borja Viguera, quien desperdició dos grandes ocasiones en sendos mano a
mano contra Fabricio. Y para
confirmar la regla de que el que no hace
le hacen, llego Cavaleiro en el
minuto 24 para aprovechar un balón bombeado de Bergantiños mientras Laporte
y San José se tomaban una siesta. El delantero deportivista aprovechó el
regalo y le enseñó a Viguera como se
resuelve un mano a mano, poniendo el gol que a la larga le daría la victoria al
conjunto local.
No supo manejar
el Athletic esta situación, quien
solo a través de los tímidos esfuerzos de Unai
López por intentar crear algo de
juego no encontraban socio en punta de ataque. El Depor tiró de oficio y cerro líneas para destruir cualquier intento
de peligro visitante en medio de un terreno de juego en condiciones
deplorables.
Cavaleiro celebra su gol. Foto: athletic-club.net
Tras el descanso, el primer damnificado fue Susaeta,
quien dio paso a Iraola para mover a
De Marcos a la media punta y situar a Unai López en el extremo
derecho. Más tarde era Mikel Rico quien cedió su lugar a un Beñat que poco aportó, y para el último
cuarto de hora Valverde sacó a Unai López por el canterano Iñaki
Williams, que fue de lo más
rescatable durante el segundo acto, aportando velocidad y desmarque. Sin
embargo, tras todos esos intentos, no cambió la dinámica del partido, que se
hizo desesperante en el segundo tiempo con un Athletic jugando al pelotazo, sin ideas claras y sobre todo muy
blanditos con el balón en los pies. Solamente un cabezazo de Williams en el minuto 88 a centro de Beñat pudo suponer el empate, pero se
marchó por arriba de la portería de Fabricio.
Se notaba la
falta de ambición y pocas ganas de trabajar de los visitantes, y en los minutos
finales lo que se notaba era el pánico por perder más que las ganas de ganar.
Fiel reflejo de eso fue ver a Valverde protestar por una falta no pitada a
Williams en el último minuto y al término del partido varios jugadores
abalanzados en protesta sobre Undiano
Mallenco.
Foto: athletic-club.net
Toca volver a
hacer revisión general, porque este no es el equipo fiable que se clasificó a
la Champions League la temporada pasada y sigue teniendo una falta de gol
preocupante, sobre todo cuando Aduriz
no está en el terreno de juego.
Victoria gallega que le da cierto respiro, mientras que los vascos siguen de vacaciones.



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