domingo, 30 de marzo de 2014

Un cuento con un final triste


Así se podría definir la actuación de nuestro Athlétic, el cual empezó bien pero se quedó estancado. Había mucha expectación en San Mamés, pues se notaba que el partido se había esperado con ansia. El espectador esperaba que, de una vez por todas, Los Leones se pudiesen vengar por los 3 anteriores partidos, en los que habían perdido, además de tres valiosos puntos, el pase a la semifinal de la Copa. Valverde sacó al once gala para confrontar a un Atlético líder que, ante la victoria in extremis del Barcelona ante el Espanyol, estaba obligado a ganar. El partido empezó con un choque de fuerza entre los dos equipos que duró solo 6 minutos, lo que tardó Muniaín en batir a Courtois en una de las primeras jugadas del partido. No sabemos lo que se les pasó por la cabeza a nuestro Athlétic, pero lo que sí que sabemos es que el equipo local se fue relajando hasta que el partido se puso en la mano del rival, pues empezaron a presionar arriba (a nosotros, lo que es irónico) y a base de presión y aprovecharse del fallo del rival, Costa consiguió empatar el partido. El resto de la primera parte fue dominada por el Atlético, el cual conseguía recuperar rápidamente el balón y generar más peligro en el área de Iraizoz. Al final, entre Iraizoz y los defensas se consiguió llegar al descanso con el empate en el marcador, aunque el Athlétic tuvo oportunidades. Después de una charla con el mister, Los Leones saltaron al campo de juego de nuevo con el objetivo de imponer su juego. No pareció que lo consiguiesen, ya que el Atlético seguía alimentándose de defender bien y salir al contraataque, en estas que, ante el igualado reinicio de partido y con un penalti a Costa no pitado, el Atlético de Madrid se puso por delante con un cabezazo de Koke en el minuto 55. A partir de aquí, el Atlético se preocupó más por defender el resultado que en atacar, lo que dio al Athlétic la oportunidad de atacar, sobre todo cuando Toquero salió al campo. El "lehendakari" sirvió como revulsivo a su equipo que empezó una tromba de ataques consecutivos que estuvieron a punto de conseguir su fruto, de no ser por Courtois y por la manía del equipo con tirar desde fuera cuando se puede seguir combinando. Entre estos sucesos, se aconteció un penalti no pitado a Toquero que sirvió de balanza para igualar a ambos equipos. Cuando los ataques acabaron, se volvió a un partido más equilibrado, en el que el Atlético pudo haber marcado el tercer gol, pero el árbitro pito de nuevo mal y se comió la ley de la ventaja y expulsó a Laporte, que no estará en el próximo partido. Con uno menos, el Athlétic seguía plantando la cara con aproximaciones al otro área, pero que acabaron en ocasiones fallidas y disparos precipitados. Los cambios no pudieron mover el resultado y ,de nuevo, nos vimos derrotados por el Atlético de Madrid. Habrá que esperar hasta la siguiente liga para vengarnos de una vez por todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario