Elche vivió ayer un partido con ritmo, pero poco animado dado a las complicaciones añadidas que el fuerte viento traía. Sin ni siquiera haber empezado, todo el mundo que veía a los dos equipos saltar al campo sabía que ese partido no iba a pintar bien. Valverde había apostado por una alineación 4-1-4-1 para apretar arriba y atacar rápido, pero el viento y la solidez del Elche le chafaron sus planes.
Al comienzo del partido, el Elche ya mandaba con aproximaciones en las que faltaron precisión para que subiesen al marcador. De hecho, la primera parte fue monopolizada por el equipo local, que tenía la posesión, aunque no conseguía mirar a la portería. La delantera de Los Leones hizo muy poco: Aduriz estuvo desaparecido, Laporte intentó varios tiros que se salieron mucho más de lo que deberían gracias al viento, Muniaín ocasionaba poco peligro... En resumen, un desastre ofensivo total, ya fuese porque el Elche se sentía cómodo con el balón, por su facilidad para llegar al área de los vascos o por ambas juntas. Con el viento azotando a ambos equipos y con las cientas de bolsas que habían volado hacia el campo, desesperaba ver como ninguna oportunidad se materializaba.
Con esta sensación, se acabó la primera parte, en la que suponemos que Valverde les echaría la charla, ya que en la segunda parte, el Athlétic peleó más la posesión y las oportunidades se repartieron entre los dos equipos. Ninguno de los dos equipos acabaron de terminar en gol ninguna de sus oportunidades, pues los tiros de lejos iban desviados y las jugadas no salían. Por mucho que se esforzaba el Athlétic, no era capaz de sacar más de sí, pero intentaba darlo todo, lo que hizo que "el txingurri" tardase más en efectuar los cambios (Susaeta por un ineficaz Iraola, Morán por un apercibido Herrera y Toquero por un Aduriz fantasma). No se consiguió demasiado con los cambios, pues el marcador no se movió hacia ningún lado y el partido no se decidió hasta que el último córner del Elche fue ejecutado, donde el Athlétic sufrió mucho ayer. La sensación que dejó el partido fue por un lado de decepción, pues el Athlétic había estado lejos de su mejor nivel, pero por otro lado no cabía duda que el equipo lo había intentado, así que el empate es un buen resultado, ya que podría haber sido mucho peor.
De nuevo otro equipo inferior que se nos atraganta, como con el Getafe, al que solo pudimos vencer 1-0. Si se quiere aguantar la posición, será mejor que no se relajen en este tipo de partidos. Cada victoria es oro
Al comienzo del partido, el Elche ya mandaba con aproximaciones en las que faltaron precisión para que subiesen al marcador. De hecho, la primera parte fue monopolizada por el equipo local, que tenía la posesión, aunque no conseguía mirar a la portería. La delantera de Los Leones hizo muy poco: Aduriz estuvo desaparecido, Laporte intentó varios tiros que se salieron mucho más de lo que deberían gracias al viento, Muniaín ocasionaba poco peligro... En resumen, un desastre ofensivo total, ya fuese porque el Elche se sentía cómodo con el balón, por su facilidad para llegar al área de los vascos o por ambas juntas. Con el viento azotando a ambos equipos y con las cientas de bolsas que habían volado hacia el campo, desesperaba ver como ninguna oportunidad se materializaba.
Con esta sensación, se acabó la primera parte, en la que suponemos que Valverde les echaría la charla, ya que en la segunda parte, el Athlétic peleó más la posesión y las oportunidades se repartieron entre los dos equipos. Ninguno de los dos equipos acabaron de terminar en gol ninguna de sus oportunidades, pues los tiros de lejos iban desviados y las jugadas no salían. Por mucho que se esforzaba el Athlétic, no era capaz de sacar más de sí, pero intentaba darlo todo, lo que hizo que "el txingurri" tardase más en efectuar los cambios (Susaeta por un ineficaz Iraola, Morán por un apercibido Herrera y Toquero por un Aduriz fantasma). No se consiguió demasiado con los cambios, pues el marcador no se movió hacia ningún lado y el partido no se decidió hasta que el último córner del Elche fue ejecutado, donde el Athlétic sufrió mucho ayer. La sensación que dejó el partido fue por un lado de decepción, pues el Athlétic había estado lejos de su mejor nivel, pero por otro lado no cabía duda que el equipo lo había intentado, así que el empate es un buen resultado, ya que podría haber sido mucho peor.
De nuevo otro equipo inferior que se nos atraganta, como con el Getafe, al que solo pudimos vencer 1-0. Si se quiere aguantar la posición, será mejor que no se relajen en este tipo de partidos. Cada victoria es oro
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