lunes, 21 de abril de 2014

Tan cerca y, sin embargo, tan lejos


Así se podría resumir la situación en la que estamos en la liga después del partido contra el Barcelona en el Camp Nou. Los Leones querían aprovechar la confusión del rival para seguir en el colchón de 6 puntos ante el Sevilla, y ,aunque el partido empezó bien para los vascos, sus esfuerzos se vieron destruidos en tres minutos en los que el Barcelona remontó el partido. 

Con la única novedad de Erik Morán en la posición de Mikel Rico, el Athlétic empezó presionando muy arriba y recuperando balones lo más rápido posible (ya se sabe que contra el Barcelona todo es difícil). El partido estaba igualado aunque decantado hacia el lado del Barcelona. Las paradas de Iraizoz y las anticipaciones de los defensas detuvieron lo que podría haber sido varios goles seguros. Por otro lado, el Athlétic también tuvo oportunidades, fruto de las recuperaciones y los centros al área, destacando ante todo la espectacular chilena de Aduriz, que dejo al larguero temblando y a Pinto mirando el obús que le habían lanzado. Con ambos equipos obligados a ganar, se jugó muy ofensivamente y predominaron los contraataques. A pesar de la actividad en el partido, la primera parte terminó tal y como empezó el partido. 

La segunda parte empezó con un Barcelona más despejado que empezó a generar muchas ocasiones de gol. Esto duró hasta que el Athlétic recuperó otro balón y Aduriz metió el balón junto al palo, donde Pinto no pudo llegar. Parecía un sueño, un delirio, ¿el Athlétic ganando contra el Barcelona en el Camp Nou? ¿Hacía cuanto que no se veía eso? Ahora que se había llevado la iniciativa, Valverde intentó que el partido siguiese así, pero pasó lo contrario. Con un gol a favor, los visitantes se relajaron y el Barcelona fue asomándose otra vez al área de Iraizoz. El partido se fue al garete a partir de la medio lexión del portero vasco, ya que poco después, con un jugadón de Alves, Pedro consiguió el primer gol del Barça. Era un mal presentimiento, pues en la siguiente jugada del equipo local, subió al marcador el segundo gol, esta vez un tiro de Messi por el lado del portero que no podría haber parado nadie. En 3 minutos, había cambiado todo, de tal manera que ahora eran Los Leones los que tenían que remontar. La presión ya no funcionaba, pues estaban muy cansados y el "txingurri" empezó a hacer cambios: Mikel Rico...Beñat...Toquero...Ninguno funcionaba, ya que apenas llegaban a intimidar el área del Barcelona. Por su parte, el equipo local, una vez pasados los efectos de la euforia, también estaban cansados y el partido acabó con ambos equipos queriendo hacer, pero sin que saliese nada.

 No jugaron mal Los Leones, pero perdieron, lo que significa que el partido del Domingo que viene, contra un Sevilla venido de la UEFA y en casa, será determinante.

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